Ay que rápido se paso el año, siento que fue en un cerrar y abrir de ojos que era enero y ya estamos en Navidad. Me gusta pensar que la vida pasa más lento, pero pareciera que no, por eso quiero invitarte a que cada día, cada hora, cada minuto cuente.

Por muchos años mi Navidad no era realmente una fiesta feliz, la tensión era incomoda en mi familia, pero si recuerdo los momentos y veo las sonrisas de mis hermanos, veo los abrazos de mi mamá, veo el teléfono de juguete que sonaba al caminar, veo los llantos que en confianza y amor nos podíamos permitir. Ahora que todo esta en paz, tengo ms momentos; pero cuando era difícil también hay fotos de cosas que me traen una sonrisa.

En Navidad, mucho de nuestro tiempo se va en buscar un regalo, en preparar la cena, en movernos al destino donde compartiremos y no quiero decirte que no hagas esas cosas; porque si lo estas haciendo, es porque es importante para ti. Por eso, como es importante, te quiero invitar a que hagamos que cada minuto cuente.

Si estas buscando un regalo para alguien, piensa en esa persona, has una pequeña lista mental de las cosas que te gustan de él o ella (asi quizás las puedes escribir en su tarjetita y le sorprenderás); si estas haciendo la cena disfruta los olores, sabores y colores; la comida en tan hermosa y que se cocine en 5 horas y se coma en 1 sola, es que lo hiciste muy delicioso; así que no pienses en cuanto durará, si no en lo mucho que disfrutaste preparando y lo mucho que otros disfrutaran comiendo tu talento. Si te vas a mover a otro lugar, lee, mira por la ventana, piensa en la gente con la que estarás y mucho mas en las personas que te hacen ir a ese lugar (no te quedes pensando en las que no le suman a tu vida), porque si vas ahí, es porque hay alguien que te hace muy bien…en ellos piensa y suelta esa energía que te hace ir a la defensiva…Y si la persona por la que vas es con quien vives…bueno, piensa en esa sonrisa de ella o él compartiendo con sus seres queridos. Con esto no digo que si hay que detener alguna palabra incomoda, no lo hagas…pero que mientras no estés allí…no te prepares para eso, enfócate en el camino, en lo que te hace ir ahí.

Nada de esto es fácil, porque es entrenarnos para disfrutar cada minuto, es practicar estar en el presente y que el “futuro”, que será tu presente, se sienta más liviano cuando llegue porque disfrutaste el proceso. No es sencillo pero te aseguro que es un relajo que nuestra mente este, donde nuestro cuerpo esta.

Ahora mis deseos para ti son que ese abrazo, saludo, comida, película, ese compartir de Navidad sea disfrutado, mirado, escuchado, olido y sentido. Quiero que te sientas ahí y que a pesar de los momentos difíciles veamos esas pequeñas luces que estoy convencida que siempre hay una por ahí esperando ser vista para que la foto del recuerdo tenga un brillito especial.

Te mando un abrazo cariñoso y muy grande.

Y como quiero que no te desenfoques de lo importante, post fiestas te cuento más novedades que tendremos por aquí.

 

Muchos Cariños, Ani.