¡AMO EL OTOÑO!

Es muy probable que asi comience cada post de una nueva estación, porque debo confesar, que a todas les encuentro algo único y especial que me hace disfrutarlas.

El otoño no solo es esa temporada donde no sabemos cómo vestirnos, si pantys o no pantys, si botas o zapatillas, si llevar o no chaqueta que probablemente estará colgando en la cartera todo el día. Bueno, el otoño es más que eso jajajajaja.

El otoño es una de las estaciones «proceso» o “cambio”, una estación de transición que a ratos la hace lucir menos importante porque es el término «del calor» a la espera «del frío»; pero señoras y señores, el otoño es todo lo importante para la naturaleza y para que nosotros aprendamos la importancia de amar el proceso.

Para mí, el otoño es una demostración maravillosa de lo hermoso que puede ser el proceso si queremos verlo y tomarlo con amor. Disfrutar el cambio de color en el paisaje, la posibilidad de pisar las hojas, el placer de ese sonido, el clima a ratos muy amoroso, la posibilidad de tirarse un piquero en un cerro naranjo, la lluvia de hojas que hacen los niños en el parque…podría seguir largamente; pero me quiero enfocar como esto es importante para mí en la vida misma.

Soy una mujer resistente al cambio y que al mismo tiempo está constantemente buscándolo. El ejemplo más sencillo: Cambiar de look es algo que me encanta, pero no puedo contar con los dedos de mis manos las veces que lloré afuera de la peluquería porque no quede contenta. He llorado y me han dolido casi todos los cambios importantes en mi vida: Cuando entré a la universidad lloré mucho, quería estar con mis amigos de mi escuela (recuerdo lagrimas corriendo por mis mejillas mientras inscribía ramos), cuando salí de la universidad extrañaba mucho a mis amigas y las clases. Cuando me he cambiado de casa ando mañosa varios días y con la lágrima a flor de piel. Cuando me cambiaba de pega (trabajo) era puro sufrimiento jajajajaja; pero siempre soy yo la que busca los cambios; por ejemplo, el tiempo máximo en un trabajo han sido 5 años y luego ya estoy inquieta buscando algo nuevo. Bueno, la cosa es que como busco el cambio y sufro con él, he aprendido a ver belleza en esos procesos; entre lágrimas, no lo negare. . . pero busco eso bueno, eso bello, eso que hace que a pesar de la incomodidad del proceso (cambiar) pueda disfrutar del camino.

La belleza en mis procesos de cambio han sido tantas: las nuevas personas, los paisajes, el camino, las risas, los aprendizajes, las cosas nuevas que descubro de mí en ese forcejeo, lo que parecía que se quedó atrás muchas veces solo se acomoda distinto y muy bonito (esas amigas que extrañaba hoy siguen cerquita de mi pero distinto), que la historia vivida te permite enfrentar mejor el nuevo camino; podríamos hacer una larga lista, y esa larga lista sería del proceso…porque fíjate que casi todo en la vida es el “proceso” y que incluso una “meta” es una pasito dentro del proceso.

Por eso siento que la naturaleza nos muestra de muchas formas que la transformación, que el proceso es indispensable para la vida y es digno de amor. ¿Cómo sería eso?

A veces, nos hacen creer que la vida va de logro en logro, de éxito en éxito, de meta en meta; pero resulta que la vida no va de eso…la vida es un constante proceso, la vida son los días, las horas, los minutos, cada segundo que pasa. La vida está construida de esos pequeños momentos, bellos o tristes, que se atesoran en tu corazón y que te hacen ser quien eres. Y por eso creo y afirmo que todo proceso es digno de amor; amar tu camino, el esfuerzo que has puesto, las lagrimas que has derramado, las risas y carcajadas, la trasnochadas, los abrazos, cada mini paso, cada mini logro o mini batalla es digna de todo amor; solo pensar que el “resultado” es digno de amor o digno de elogio o digno de felicidad transforma nuestra vida en algo pequeño; pero no eres pequeño.

  • Cada abrazo (proceso) que le das a tus hijos para que mañana sean personas de bien (meta) es increíble.
  • Cada lectura de tus materias (proceso) para ser un gran profesional (meta) es increíble

Cada pequeño paso que das (proceso) para eso que miras con anhelo (meta) es realmente increíble y si puedes ver belleza en ello, estoy segura que también podrás amar cada trocito de lo que es la vida.

PELIS HERMOSAS PARA ACOMPAÑAR REFLEXIÓN:

Ya saben que amo ver películas y siento que hay dos películas que me recuerdan el valor del proceso y de vivir el momento y amarnos en ese camino; les hare su post propio en algún momento, pero se las voy a dejar a ver si las comentamos juntos luego:

  • Un vecino gruñón: Las pequeñas cosas con las que realmente nos salvan del dolor más profundo.
  • Cuestión de tiempo: La forma en que el protagonista vive la vida al final es clave.

Un abrazo grande y mucho ánimo en todo lo que estás viviendo hoy.
Con cariño, Ani.

 

PD: Estamos terminando nuestro primer cyber, yo diría que un cyber feliz porque la web nos acompañó (como nunca, no fallo nunca la plataforma de pago), espero conocer a las muchas alumnas que se sumaron a nuestros talleres (se viene el grupo de WhatsApp para alumnas) y bueno…un pasito al que vamos a mirar con lindos ojos en nuestro proceso. Gracias por tanto.