Valdivia fue mi Sur el fin de semana recién pasado y estoy muy feliz de contarles cómo lo vivimos.

Mi semana pasada estuvo en los altos y en los bajos de mis emociones y de mi salud; estuve bien enferma los primeros días de la semana y después de varios médicos y exámenes, ya el jueves tenía tratamiento y en vista la mejoría. El mismo jueves en la noche viajé a Valdivia con prensas y paraguas. Así que ahora vienen las cosas buenas!!!

El viernes en la mañana la Makeka de la Florería La Jardinera me fue a buscar y por fin nos conocimos en persona, nos abrazamos y puedo decir que tuve la fortuna de conocer a una hermosa y poderosa mujer. La Makeka es una tremenda, cuando la escuchas y la ves sientes que desborda energía, descubrí que antes de las flores se dedicaba a un trabajo empresarial intenso; el que decidió dejar para dedicarse a las flores, pero no solo por las flores, sintió que no estaba poniendo su energía donde realmente quería tenerla y por eso re-comenzó en un lugar que le permitiera compartir con los suyos tal y como ella quería. Fuimos de inmediato a su taller, dejamos los materiales y nos organizamos para montar todo para el sábado. Gracias Makeka por abrirme las puertas y compartir tu taller, tu equipo, tu preocupación y tu historia; todo ha sido muy valioso para mi!!!

Este viernes ya me sentía mucho mejor (con tto andando) así que recorrí la ciudad en bicicleta, luego por el río para conocer otras localidades, abrace árboles y disfrute el cielazo que tiene Valdivia, ya en la noche a dormir para mañana el gran día!

Sábado tempranito y Pauli de Puntada Nativa (su espacio encuentro entre la naturaleza y el bordado) nos recibió en el Jardín Botánico de la Universidad Austral. Pauli es amorosa, risueña y podría decir que optimista total, es como esas personas que sientes que no importa lo que pase, todo saldrá bien y como era de esperar salió estupendamente bien. Pauli es Doctora en Ciencias Biológicas Mención Ecología y Evolución; una seca en todo lo que de naturaleza se trate, así que fuimos muy afortunadas de que la sección de “recolección respetuosa” de nuestro taller nos la diera Pauli mientras recorremos los verdes paisajes del jardín con canasto en mano; aprendimos muchísimo, nos reímos, aprendimos, disfrutamos y el tiempo se nos hizo cortito realmente.

Antes de comenzar el recorrido, todas las asistentes al taller nos presentamos y debo confesar que esta parte del curso es una de mis favoritas, conocer porque la vida nos ha reunido en el mismo lugar un sábado por la mañana cuando podrías estar en tu camita, es una de las curiosidades que necesito resolver cuando las veo llegar. Y bueno, nunca la respuesta es superficial; por ejemplo para Pía, su mamá y abuelita prensaban así que estaba con nosotras para seguir con la tradición familiar, para Paula el prensado era un refugio para su corazón que conoció en una época de autodescubrimiento, para Fran era para atesorar las muchas flores que su hija pequeñita le regala y así para cada una, este espacio es algo más grande que una manualidad y yo me siento tan honrada que decidan compartir este espacio de sus corazones conmigo, que sé que todo lo que viene será enriquecido con sus historias.

El curso estuvo maravilloso en cantidad de flores (las chiquillas de la florería se pasaron porque tuvimos plantas, flor de corte y bulbos, una preciosa variedad), en conocimiento compartido porque a medida que vamos prensando vamos avanzando en dificultad de prensado y eso hace que todas vayan lentamente resolviendo qué estrategias van a ir aplicando, porque el objetivo de este curso es que cuando te enfrentes a una flor tengas varías opciones bajo la manga para que el prensado sea exitoso o lo más cercano a eso.

Algo que hablamos en profundidad fue cómo abordar la humedad de la ciudad (sobre el 70%) para que a pesar de eso el prensado sea exitoso; se que es un gran problema sobretodo en los inviernos lluviosos de las ciudades secas o porque tienes el placer de vivir en el sur de Chile, cerca del mar o en un país tropical; por eso tendremos el jueves 05 de junio una clase especial para no frustrarse en el proceso.

Terminamos diseñando un marcador de libro bello para conocer un poquito más de cerca el pegado de flores y materiales para ello. Comimos rico para resistir todo el día, por primera vez en un taller tenemos cremita de zapallo calientita para disfrutar, así que siento que no le falto nada a este taller para que tuviera toda esa magia del sur.

La magia no terminó para mi, se anunciaron lluvias para el viernes y si me conoces un poquito más, sabrás que amooooo con locura el agua en todas sus versiones y la lluvia tiene un lugar especial en mi corazón. El lugar donde nos quedamos tenía tinajas de agua caliente al aire libre; así que no se diga más! Después del desayuno me puse mi traje de baño y disfruté de un baño en agua calientita rodeada de árboles verdes mientras llovía, la sonrisa no me la sacaba nadie!

Gracias Valdivia por regalarme una muestra hermosa de la magia del Sur con tus ríos, tu verde, tu lluvia, tus comidas y por supuesto, tu gente.

Pronto estaremos al otro lado del charco (vamos a ir a España), asi que espero contarles asi de lindo como estuvo todo por allá.
Para terminar, si tienes ganas de sumarte a la clase especial de humedad; te dejo link directo.
Nos vemos pronto. Un abrazo, cariños Ani.